"Saboreo cada acto.
Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba. Menos mal que a pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome. ¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario!"
Mi escudo es el humor, mi hogar la coherencia, la música es mi refugio, mi texto es la libertad.
No hice de la cordura mi opción, prefiero la locura con la inocencia incluida.
Amo el amor que me inmuniza contra la indiferencia. Antes que pensar siento y siento hasta con el pelo...
Lo que los demás esperan de uno puede convertirnos en una cárcel; digan lo que digan de mí, yo soy la que soy!